Razones para comenzar la terapia
La terapia tiene muchos beneficios, pero ¿cómo saber si es adecuada para usted? Hay muchas razones para comenzar a ver a un terapeuta, así que analicemos algunas:
1. Tus emociones se interponen en el camino de tu vida.
Si estar triste, ansioso, enojado o apático te ha hecho perder oportunidades, holgazanear en el trabajo o dañar tus relaciones, podrías considerar hablar con un terapeuta al respecto. Todos tenemos estados de ánimo pasajeros, pero si los estados de ánimo no pasan, existen herramientas que pueden ayudarnos a sobrellevarlos para que no afecten nuestro bienestar.
2. Estás paralizado por el miedo a algo.
La mayoría de nuestros miedos no interfieren en nuestra vida cotidiana. Todos podemos seguir teniendo miedo de las arañas, los acantilados y las serpientes. Pero los miedos a conducir, compromisos sociales, volar, fallar y otros pueden afectar dramáticamente la forma en que vive su vida. Si su miedo dicta cómo vive, la terapia puede ayudar.
3. Has sufrido un trauma.
Mucha gente asume que una persona necesita tener PTSD para justificar la terapia por trauma, pero esto no es cierto. Cualquier trauma, ya sea reciente o de hace mucho tiempo, se puede resolver con un terapeuta. Si la idea de incluso recordar su trauma es dolorosa, decirle a su terapeuta con anticipación lo ayudará a crear un plan para superar ese trauma.
4. Estás experimentando duelo.
El duelo puede ser una experiencia insoportablemente solitaria, pero la terapia puede ayudar. También es importante recordar que experimentamos duelo por muchas más razones además de la enfermedad y la muerte. El duelo se aplica al final de una amistad, un divorcio, la pérdida de su hogar, la pérdida de una mascota y más. Tener a alguien con quien hablar, que te escuche todo el tiempo que necesites, puede ser increíblemente valioso.
5. Te sientes fatigado regularmente.
La fatiga puede deberse a muchos problemas, así que consulte a un médico para descartar problemas físicos, pero a menudo la fatiga regular puede ser un síntoma de depresión. Si la vida ha perdido su brillo y normalmente está más interesado en quedarse en la cama, hable con un terapeuta.
6. Ya no buscas pasatiempos.
Al igual que la fatiga, si te sientes desconectado de las actividades que solían brindarte alegría, es posible que se deba a algo más que aburrirte: podría estar relacionado con la depresión. Y, si este síntoma resulta no estar relacionado con la depresión, un terapeuta puede ayudarlo a pensar qué pasatiempos podrían valer la pena probar a continuación.
7. Tiene dolores de cabeza y problemas estomacales regulares.
El estrés a menudo se puede ver en los síntomas físicos del cuerpo. Se sabe que causa dolores de cabeza, dolor de cuello y hombros, dolores de estómago, náuseas y otros problemas de salud gastrointestinales. Si su médico no puede encontrar nada malo, y los analgésicos y los antiácidos habituales no funcionan, un terapeuta puede ayudarlo a llegar al fondo de lo que le molesta y crear un plan para controlarlo.
8. Estás usando sustancias para hacer frente a los sentimientos.
Si su relación con sustancias como las drogas, el alcohol o incluso la comida ha llegado a un punto en el que las usa regularmente para adormecer sus sentimientos, o si a menudo espera con ansias la próxima vez que pueda, un terapeuta puede ayudarlo. Los sentimientos de adormecimiento son una solución temporal y, por lo general, poco saludable. Abordar los sentimientos y aprender las herramientas para hacerles frente es un plan a largo plazo más seguro.
9. Tu rendimiento está cayendo en el trabajo.
Si la calidad de tu trabajo se ve afectada o tienes dificultades para concentrarte, podría tratarse de un problema emocional o mental. Si el problema es que odias tu trabajo, un terapeuta puede ser el apoyo que necesitas para determinar qué hacer a continuación para lograr cambios positivos a corto y largo plazo.
10. Estás luchando en tus relaciones.
Todas las relaciones experimentan altibajos, y aunque a menudo confiamos en nuestros amigos o familiares para ayudarnos a navegar estos problemas, a veces estos problemas son con esas personas. A veces, simplemente preferimos una opinión externa. Y a veces, solo queremos quejarnos. ¡Esta bien! La terapia puede ser una excelente solución para lidiar con problemas de intimidad, fallas en la comunicación y más.
11. Quieres fortalecer tu matrimonio.
No es necesario que una relación se esté desmoronando para beneficiarse de la terapia. A lo largo de la vida, muchas cosas cambian en el matrimonio, desde carreras hasta hijos, hogares y finanzas. Construir un arsenal de herramientas para ayudarlo a comunicarse en tiempos de cambio puede ayudar a que un gran matrimonio sea aún mejor.
12. Quieres ser un mejor padre.
¡La paternidad es difícil! Y no hay vergüenza en querer ser un mejor padre para su hijo. Es muy común que los padres luchen con la nueva paternidad, lidien con que su hijo sea acosado o acosado, o se relacionen con un adolescente. Un terapeuta puede ayudarlo a asegurarse de que estas cosas son normales y brindarle un lugar seguro para desahogarse.
13. Quiere prepararse para un cambio de carrera.
No todo el mundo puede darse el lujo de tener un mentor increíble. A veces, cuando queremos hacer un gran cambio, o simplemente buscar una gran promoción, es útil tener a alguien con quien hablar. Podemos tener miedo de arriesgarnos y asumir riesgos financieros, pero familiarizarnos mejor con esos miedos puede ayudarnos a superarlos.
14. Quieres tener una mejor relación contigo mismo.
La terapia puede ser solo una hora a la semana para usted. Mejorar nuestra autoconciencia puede mejorar todo en nuestras vidas. El simple hecho de tener a alguien con quien hablar sobre tu vida, tus elecciones y tus sentimientos puede ser una experiencia reveladora. Puede ayudarte a ser más valiente, más reflexivo y más auténticamente tú.
15. Podrías usar a alguien con quien hablar.
Al final del día, no necesita encajar en una casilla de verificación de «razones por las que debería ir a terapia». Si está interesado en ver a un terapeuta, aunque no sea por ninguna razón obvia, está totalmente bien que lo haga.